Esta semana se ha terminado de vendimiar la extraordinaria uva de moscatel matera y se ha comenzado a recoger la otra variedad tradicional: Merseguera. Prácticamente en su totalidad se empleará para elaborar un vino muy peculiar: el vino de La Mata.

En palabras de Hilarión Pedauyé, de Sopla Levante, la cosecha de este año es muy buena por la cantidad y la calidad de la fruta que se está recogiendo. Explica que ha llovido lo suficiente y cuando tenía que llover y, después, el mes de julio ha sido seco y caluroso. 

Las imágenes corresponden a la vendimia en la parcela de El Carro, pero quedan por recoger La Horca, Las Tres Tiras, Pinomar, etc.

Parte de estos viñedos se sitúan dentro de los límites del parque natural y, como afirma Pedauyé, se lleva a cabo una agricultura de conservación respetuosa con todas las especies, especialmente las aves como alcaravanes, chotacabras y chorlitejos que anidan entre las cepas y que son parte fundamental de la riqueza ecológica de este espacio protegido.

La realidad es que hace un siglo se cultivaban más de 200 hectáreas. En el 2023 apenas están en producción unas 30. La amenaza de la desaparición de la viticultura matera está muy presente.

Gracias a la apuesta de dos empresas la mencionada, Sopla Levante, y Casa Balaguer, que apuestan por la excelencia de este histórico viñedo, tenemos la esperanza de que las viñas sigan formando parte del paisaje y favoreciendo la biodiversidad con una agricultura tradicional de secano y ecológica. 

Por el contrario, son pocos los materos que siguen cultivando las singulares parcelas y son, escasamente, 3 o 4 familias las que siguen haciendo vino doméstico, como el que se vendía antaño por la purísima a toda la Vega Baja.

Agradecer la amabilidad y simpatía de toda la cuadrilla de vendimiadores. Un trabajo siempre duro y, en esta jornada con tanta humedad, aún más si cabe.

No podemos imaginar La Mata sin sus viñedos.

Fuente: Lagunas de Torrevieja y La Mata. Patrimonio cultural y biodiversidad

Fotos Ana Meléndez