En la tarde de ayer, familiares y amigos de Henry Alejandro Jiménez se congregaron en la plaza de la Constitución de Torrevieja para recordar al joven, desaparecido en la Nochevieja de 2018 tras recibir una paliza durante una fiesta en un piso de Orihuela Costa.
Gina Marín, madre del joven desaparecido, ha declarado a los medios su preocupación y su pedido de que la desaparición de su hijo no quede en el olvido. Exige a la Guardia Civil que reactive la investigación, mientras critica la falta de actuación de las fuerzas de seguridad, denunciando que han pasado cinco años desde la desaparición y no hay avances significativos.
La concentración estuvo marcada por la indignación y la impotencia de los presentes. Gina Marín relató el sufrimiento de una madre que busca respuestas, pero se enfrenta a respuestas desalentadoras por parte de las autoridades. Según Marín, se aportaron datos y grabaciones a la Guardia Civil de Pilar de la Horadada, pero hasta la fecha, no se ha realizado ninguna acción significativa, y la respuesta recibida es que «sin cuerpo no hay delito».
Marín expresó su desconcierto ante la falta de acción, a pesar de haber nueve testigos presenciales de la paliza sufrida por su hijo. Lamenta que, según las autoridades, no se puede hacer nada contra la persona que golpeó a su hijo, alegando que el caso está archivado en cajones en Alicante.
La madre de Henry hizo un llamado a los testigos para que «se toquen el corazón» y revelen la verdad sobre lo sucedido. Asegura que fueron allegados de Henry quienes impulsaron la declaración de los amigos ante la Guardia Civil y sostiene que estos se comunicaron entre ellos antes de brindar su testimonio.
A lo largo de los años, la familia ha recurrido a detectives privados para obtener información sobre la noche de la desaparición. Sin embargo, los datos proporcionados, especialmente aquellos que señalan al presunto agresor como un ciudadano islandés con antecedentes, no han sido validados por las fuerzas de seguridad.
La madre del joven desaparecido revela que la investigación está aparentemente paralizada en un cajón en Alicante. Su abogada ha solicitado la reactivación del caso, destacando que Henry era un joven de 20 años, estudiante y trabajador, sin problemas aparentes.
Finalmente, Marín sostiene que su hijo fue presuntamente agredido por su compañero de piso, identificado como un ciudadano islandés. A pesar de la versión proporcionada a la Guardia Civil, en la que se afirma que Henry se marchó después de la pelea y no se volvió a saber de él, la familia busca respuestas y justicia.
El caso de Henry Alejandro Jiménez no debe quedar en el olvido. La familia insta a la comunidad a unirse a su llamada de justicia y a recordar a Henry en la esperanza de obtener respuestas sobre su desaparición.