Víctor Navarro, vocal de pesca, nos ha contado como se vivió la jornada de pesca infantil del 2 de octubre
“Tanto la gerente Trinidad Pujante, como yo teníamos la responsabilidad de que todo saliese bien, que no hubiese ningún incidente y que los jóvenes participantes, viviesen esta gran experiencia de la pesca deportiva, y siendo la primera vez que se realizaba una pesca responsable e inclusiva”
Entre los participantes, se encontraban niños y niñas con distintas discapacidades, que demostraron que con un mínimo de voluntad no hay límites, y sin lugar a duda dieron buen ejemplo de ello.
Víctor también destaca el papel de los voluntarios la mayoría padres, que en muchos casos se les veía las ganas de participar también en el concurso.
Ya desde las 08:30 horas del domingo, iban llegando los más madrugadores, para realizar su registro que empezó a las 9:00 horas, registro que iba acompañado de obsequios, una caña con su aparejo y el cebo, a la organización no se le escapaba detalle, para que los niños y niñas disfrutasen de este día tan especial.
Una vez confirmados todos los participantes, con un ligero retraso para dar cabida a alguno se inscribió en el mismo momento, se procedió a formar los grupos, siguiendo principalmente el criterio a seguir el de las edades, y al mismo tiempo, a cada grupo se le asigno una zona dentro del puerto divido en dos sectores, el sector de levante y sector de poniente, siendo los responsables de cada sector, Emilio Guardiola y Víctor Navarro respectivamente y cada grupo con un monitor (padre o madre) que tenía la responsabilidad de vigilar sobre todo la seguridad de los participantes y el control de las capturas.
“La experiencia ha sido indescriptible, ver las expresiones de los niños y niñas, cuando obtenían una captura o cuando la perdían, sobre todos los niños inclusivos, que tenían su primer contacto con la pesca deportiva, una actividad pionera en nuestro club”.
Las capturas, se devolvían al mar, una enseñanza muy especial para los jóvenes que se inician en la pesca deportiva y que deben concienciarse que para poder disfrutar de este deporte hay que cuidarlo y la mejor forma es respetando las especies.
Tras las dos horas que duró la competición, llegó el momento de realizar las clasificaciones, momentos de incertidumbre, porque los niños y niñas también son competitivos y quieren ganar siendo los más destacados de cada categoría, Jaiden Lee de 8 años en categoría alevín y Hugo Valenzuela de 10 años en categoría infantil.
Todos tuvieron su reconocimiento, con entrega de medallas y diplomas y hubo momentos que emocionaron, cuando algún participante de forma espontánea abrazaron a los organizadores para agradecer el esfuerzo realizado para ellos y gestos de camaradería que hoy en día tanto echamos en falta, cuando uno de los niños inclusivos que se apuntaron fuera de plazo, se quedó sin caña y aparejo y María Navarro, una de la participantes, desde el corazón le regaló su caña y aparejo, pequeños detalles que llenaron de emoción a los asistentes en una jornada que de por sí, ya lo era.
Para finalizar, pescadores, padres y amigos, pudieron disfrutar de la comida que la organización había preparado en uno de los restaurantes situados dentro de la Marina.