Esta mañana de lunes, Manolo Sala, Miguel Pérez y Vicente Martínez han pasado a revisar todas las maquetas sumergidas durante el Levante fresco de ayer en la orilla oeste de las salinas de Torrevieja.
Han podido comprobar que, después de la calma de la noche, que, especialmente los barcos de la escuela y de los proyectos educativos, han cuajado mal, se han llenado de púas o agujas (imagen 2).
Los de Miguel y Manolo los han dejado secar a cubierto y decidirán si los dan ya por terminados.
La sal común (cloruro sódico) cristaliza en el sistema isométrico, generalmente en cubos que se superponen, como veis en la imagen 1. Estos cristales bien formados, duros, brillantes y traslucidos son los que consideran los artesanos los idóneos para la artesanía salinera tradicional. Sin embargo, lo que se han encontrado es toda la superficie de los barcos recubiertas de púas o agujas de sal, como veis en la imagen 2.
Con la ayuda de los alumnos autorizados de la escuela, Sebastián Escoriza y Vicente Villahermosa, han tenido que sacar las decenas de tablas con los barcos de la escuela y descuajarlas (lavarlas en agua salada de mar o, si no es posible, con agua dulce). Se dejarán secar y habrá que esperar otra ocasión en la que se den todas las condiciones necesarias para llevar a cabo el cuaje o cristalización en sal de los objetos de la artesanía salinera de Torrevieja, como salinidad y temperatura de la salmuera o intensidad de viento de Levante.
De momento, la empresa arrendataria de las salinas va a introducir agua de La Mata en el lado Este de la laguna, donde habitualmente se realiza la actividad extractiva y el cuaje, y siguiendo el circuito habitual de la salmuera que alimenta la laguna de Torrevieja junto al salmueraducto de Pinoso. Así, quieren aumentar el volumen de agua de la laguna rosa y disminuir la densidad salina especialmente elevada en estas últimas semanas. Esta operación de trasvase mejorará las condiciones para la actividad extractiva y artesanal.
Texto e imágenes Ana Meléndez